Escribir de forma correcta no es sólo respetar las
reglas ortográficas que nos indican el uso adecuado del lenguaje, va más allá,
habla bien de la persona que redacta determinado texto para presentarlo, sin
importar la profesión o ámbito en que se desarrolle.
La ortografía como parte de la gramática es la base
del lenguaje y es el principio de una comunicación correcta; ésta acompaña a la
redacción en la ardua tarea de escribir adecuadamente.
En la actualidad, en México, no tenemos el habito
de leer y desconocemos nuestro propio lenguaje, por tal motivo ignoramos como
se escriben las palabras. Esto afecta en esos momentos en que por necesidad o
por cumplimiento tenemos que escribir algún texto, como un informe, un
memorándum,
Escribir de forma correcta no es sólo respetar las
reglas ortográficas que nos indican el uso adecuado del lenguaje, va más allá,
habla bien de la persona que redacta determinado texto para presentarlo, sin
importar la profesión o ámbito en que se desarrolle.
El problema de los errores ortográficos y de
redacción corresponde no sólo a un problema escolar, también a un problema
personal, se necesita de mucho empeño y dedicación en las aulas, así como de
toda la disposición de las personas que aspiren a tener una excelente
ortografía.
Lo que va escrito tiene que estar impecable, por lo
menos en lo que a ortografía se refiere, eso debería de suceder en todos los
campos, educativos, laborales o profesionales donde el uso de escritos es
fundamental.
La excelente ortografía se obtiene con la lectura y
con la práctica diaria de la escritura, tareas que deben de realizarse no sólo
en un curso por obligación sino por convicción.
En el ámbito docente tendría que ser un requisito
indispensable, aunque en muchas ocasiones nos hemos encontrado con pizarrones
repletos de información y una que otra palabra mal escrita, ¿en realidad
podemos predicar con el ejemplo sí el error es de nosotros?

Edwin Antonio Onofre Castillo
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